John Oliver y las elecciones presidenciales

HBO

Paren absolutamente todo lo que estén haciendo, John Oliver habló sobre las próximas elecciones presidenciales en nuestro país a través de su excelente programa Last Week Tonight with John Oliver. Y usted, mi querido lector, debería estar celebrando este acontecimiento mientras muere de risa ante el mismo.

El mítico comediante británico se ha caracterizado siempre por manejar una postura polémica, irreverente, corrosiva y bastante subida de tono con relación a temas espinosos, particularmente aquellos que giran en torno a la política. Se trata de uno de los críticos más severos que sufre, semana tras semana, la administración de Donald Trump. Nunca ha tenido reparos en externar su opinión mediante el humor negro y lo mismo es odiado que amado (nadie es capaz de permanecer indiferente frente a él). Tan sólo unos meses atrás desató una ola de reacciones variadas en el mal llamado mundo "latino" cuando habló de la crisis que atraviesa Venezuela. Oliver mencionó que dicho país es el más corrupto de Hispanoamérica y señaló lo relevante de este dato, considerando que en esta zona del mundo se encuentra Colombia, en donde "la única ley que existe para financiar campañas es reportar aquellos sobornos consistentes en más de diez kilos de cocaína". Por supuesto, la broma caló profundo en las entrañas del gobierno colombiano, el cual camina de puntillas cuando se trata de temas relacionados con las drogas.

Así, acostumbrado a incomodar a gobiernos y sociedades, John Oliver clavó su afiladísimo colmillo en el hermoso, divertido y nada extraño sistema político mexicano. Nuestro presentador empezó rostizando al huey tlatoani de esta noble nación, el (aún) presidente Enrique Peña Nieto. Ironizó sobre su galanura, su matrimonio con "una estrella de las telenovelas", su pasado infiel y el acoso que éste padeció  por parte de un grupo de fan girls desesperadas. La mención de unas visitas guiadas estilo Turibús (de las cuales yo nada sabía, por cierto) a rincones famosos por actos de corrupción es una joya. Evidentemente, no pudo hacer a un lado la maravillosa participación de Javier Duarte (a quien comparó con un niño de nueve años que ha orinado en una alberca) en este drama llamado México. Vamos, hasta Guillermo del Toro fue objeto de bromas por parte de Oliver, quien concluyó su planteamiento del contexto en el que se darán las elecciones con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, motivo suficiente (dijo) para entender por qué la sociedad mexicana le espeta al señor presidente un caluroso chinga tu madre.

La cosa se puso aún mejor cuando habló de los contendientes por el puesto máximo del país. De Meade, se limitó a decir que "no tiene oportunidad, así que no hablaremos de él".

Sus argumentos en torno a "El Bronco" fueron lo máximo, pues no tuvo que hacer nada más que repetir lo que el candidato independiente dice. Comedia pura e involuntaria.

¿Sobre Anaya? "Por lo menos ahora sabemos cómo sería si Pitbull hubiera ido a la escuela". Maravilloso.

Luego, la cereza en el pastel: Andrés Manuel López Obrador, a quien considera el virtual ganador indiscutible (como cualquier persona con tres dedos de frente hace... cuando se atreve a soñar con un país en el que no existe el fraude electoral). Las risas ante la explicación de John Oliver sobre el "gobierno legítimo" de 2006 son un golpe de realidad para quienes vivimos en este lado de la frontera. La comparación con Al Gore es enorme. E, independientemente del humor y la burla, Oliver hace, en segundos, un análisis muy acertado del porqué AMLO va en cabeza: su campaña se alimenta del enojo del pueblo. Tras mostrar un discurso del candidato de MORENA, John Oliver hace hincapié en que AMLO es "como Bernie Sanders con un mejor corte de cabello". Y el comentario más duro, incómodo, mordaz, ácido y doloroso para los simpatizantes del tabasqueño: "AMLO es como un Donald Trump mexicano". ¡Auch! Lo vago del discurso de AMLO, su extraña alianza con el PES, la contundencia de sus promesas frente a la nula claridad sobre el cómo pretende llevarlas a cabo... la frase puede encabronar a muchos, pero deja pensando a varios, también.

John Oliver ha hecho en 20 minutos un recuento extraordinario de todo lo que hemos vivido en Internet todos estos meses de campañas. Llevó a las últimas instancias nuestros memes, tweets, publicaciones de Facebook. Nos ha hecho morir de risa al condensar en un segmento de su programa todo eso de lo que nos hemos estado burlando, y nos recuerda lo perdidos que estamos en la incertidumbre si pensamos que sólo faltan cinco días para ir a las urnas. Es gracioso, es divertido, es atrevido, es duro... y nos hace reflexionar, meditar, pensar y analizar sobre qué demonios haremos ahora.

Sin más, écheselo. Sólo mírelo y disfrútelo. Y entienda, amigo lector, que no todo en esta vida es Chumel Torres.

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